Denominados en muchas culturas como senos, pechos se diferencian mucho entre las diversas razas, el pecho está envuelto en una piel lisa, fina y suave que se prolonga hacia una areola, cuyo color varía del rosado en las rubias y en las jovencitas y marrón oscuro en las negras, pasando por el marrón más claro en las morenas y en las que han tenido niños. La areola contiene glándulas sudoríparas y sebáceas y en ocasiones folículos pilosos, durante el embarazo pueden pigmentarse progresivamente. El pezón de aspecto riguroso se yergue en el centro de la areola, sobresaliendo, en su vértice está perforado por poros y desembocan los canales galactóforos o conductores de la leche. Bajo efecto del frío o excitación sexual sus fibras musculares se contraen y se pone en erección.
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